martes, 17 de diciembre de 2013

Capítulo 26, “Modelito perfecto”

- No, no es nada... De verdad. –Volví a mentir tragando saliva. El ladrido de Mofo saliendo de debajo de mi escritorio me salvó.
- ¡Aaah! Que susto madre. –Exclamó Zaynab mientras daba un pequeño salto hacia atrás, tropezando con el cable del cargador de mi portátil y cayendo de culo al suelo.
- Puajajaja, ay que me meo. –Dijo Marta riéndose mientras la señalaba, para después echarse en la cama de costado sosteniéndose la tripa de la risa.
- Ten más cuidado Zay. –Dije ayudándola a ponerse en pie, sin parar de reír. Crucé los dedos porque no siguieran preguntando.
- Ay, que me falta el aire malditas. –Rio Zaynab más fuerte mientras se levantaba.
- Bueno chicas, poneos lo que queráis para estar más cómodas. Nos espera una larga tarde de compras. –Dije corriendo la puerta de mi armario. Mientras ellas buscaban algo que ponerse, escondí la pequeña foto debajo de la almohada. Me senté en la cama mientras cogía el móvil de la mesita de noche intentando disimular.
- ¿Tú que te vas a poner Kat? –Me preguntó Marta mientras se probaba unos pitillos negros.
- Creo que me pondré aquellos jeans, la sudadera de "ZAP!" y las Vans rojas.
- Oh my god. Amo tu sudadera. –Dijo Zaynab mientras la abrazaba.
- También tengo la de "Vas Happenin'?" –Le señalé el cajón donde se encontraba.
- Lo siento si te desaparece misteriosamente, solo quiero que tengas en cuenta de que yo no seré. –Me dijo sacándola del cajón y poniéndosela.
- Pues yo no sé qué ponerme arriba, es que tienes tantas cosas... –Dijo Marta rebuscando en el armario.
- Tengo una que pone "I'm his Mofo", está en el mismo cajón. –Dije mirando la pantalla de mi móvil y quedándome atónita. Cientos de mensajes y cientos de llamadas.
- No te creo. –Dijo buscando como loca.- ¿Sabes que mi segundo twitter es igual? @ImHisMofo. –Comentó finalizando la búsqueda y poniéndose mi sudadera.- Me está perfecta.
- ¡Qué coincidencia! Yo soy @Zaynab_Styles ¿Tu cómo eres en twitter? Digo, para seguirte. –Me preguntó mientras se ponía unos leggins con estampados. Intenté recomponer mi rostro. Madre mía... ¿Esto de las preguntas cuando iba a parar? ¿Sospecharían de mí? No es que no quisiera contarles mi vida, pero no me parecía ahora el momento más oportuno. Sería en plan: “Oye chicas, que Zayn es mi hermano, Liam, Harry y Louis son unos de mis mejores amigos y mantengo una relación en secreto con Niall” Todo muy normal, la vida cotidiana de cualquier adolescente. Si de verdad eran mis amigas, en un futuro lo comprenderían
- Mi twitter es muy raro. Cuando me meta, os sigo, que me acuerdo de los vuestros. –Dije intentando pasar del tema.
- Bueno... Yo ya estoy lista. –Dijo Zaynab mirándose en el espejo.
- ¡Y yo! ¿Cómo que una foto, no? –Preguntó Marta sacando el móvil y poniéndose junto con Zaynab en el espejo.
- ¡Sí! Esperadme un segundo que me visto. –Dije levantándome de la cama para cambiarme el uniforme que tanto odiaba.
- Oye, ¿y tus padres? –Me preguntó Zaynab escribiendo concentrada en su BlackBerry. Me recordó a Kelly.
- Ahora están en España, dentro de algunos días, supongo que mi madre se pasará por casa y mi padre... Mi padre nunca viene. Ya sabéis, negocios e historias. –Dije mientras me ponía las zapatillas.
- ¿Qué morro, no? La casa sola para ti. –Dijo Marta sentada en el suelo, jugueteando con Mofo.
- Ya, eso pensaba al principio. Ahora les echo de menos. –Le respondí con la voz quebrada.
- ¿Entonces vives sola, sola? –Preguntó Zaynab con la frente fruncida.
- Bueno no, antes estaba mi hermano, pero ahora también se ha ido. Me acuerdo de todas esas tardes con él, sus amigos, Kells y Didy... –Mi tono se fue apagando.
- No te pongas triste. Ya verás como todos vuelven. –Dijo Marta arrastrándose por el suelo hasta a mí para darme un abrazo.
- No sé, estoy rara. Les echo mucho de menos, hasta a Diana y a Kelly. Aunque hayamos estado juntas casi todo el tiempo, pero ahora sin ellos, es distinto. –Dije con tono triste. ¿Iría a llorar?- Bueno, no me hagáis caso, creo que me va a venir la regla. –Reí mientras me separaba de Marta y me ponía en pie para ponerme en frente del espejo.- ¿Listas, chicas? –Pregunté poniendo morritos, observando lo mi modelito.
- ¡Foto choni a la de una, dos, y tres! –Gritó Marta enfocando la cámara de su móvil en el espejo.
- Momento inmortalizado. –Dijo Zaynab sin parar de reírse.
- No somos normales... –Dije riéndome, intentando olvidar todo lo de antes.
- ¿Cómo quieres que no lo seamos? ¡Somos Directioners! –Exclamó sonrientemente Marta.

[…]


- Yeah! One, two, three, four! She sneaks out in the middle of the night, yeah. Tight dress with the top cut low. She's addicted to feeling never letting go, whoa. Let it go. –Empezó a cantar Zaynab acompañado de un pequeño baile mientras que caminábamos por una calle con bastantes transeúntes. Marta y yo nos echamos una mirada cómplice.
- She walks in and the room just lights up. But she doesn’t want anyone to know. That I'm the only one who get's to take her home. Whoa, take her home. But every time I tell that I want more. She closes the door. –Continuó Marta la canción mientras se cogía a una farola con una mano y empezaba a dar vueltas a su alrededor, llamando la atención de las personas que pasaban a nuestro lado.
- She's not afraid of all the attention. She's not afraid of running wild. How come she's so afraid of falling in love. She's not afraid of scary movies. She likes the way we kiss in the dark. But she's so afraid of-of-of falling in lo-ooo-ove. O-ooo-oh. –Finalicé la canción más motivada de lo normal. Todavía quedaba una calle para llegar y podía ver a toda la gente mirándonos y señalándonos. No se me ocurrió otra cosa que reír tontamente y seguir caminando como si no hubiera pasado nada. Al cruzar la calle vi de lejos el a Kelly junto con Diana, que ya nos estaban esperando junto a la cafetería. Mientras nos íbamos acercando mi mirada coincidió con la de Kelly y ella se giró rápidamente para avisarle a Diana de nuestra llegada, esta asomó la cabeza y me miró con desagrado, cosa que me hizo sentir incomoda. Intenté que mis facciones no cambiaran pero me fue imposible al escuchar el susurro que Diana le envió a Kelly, “Ya están esas otra vez aquí, pensaba que esto sería una tarde de chicas, como las de antes”. Sus palabras hicieron que me detuviera contemplando los charcos de lluvia del suelo. Pensé que querrían pasar el tiempo con nuestras nuevas compañeras, pero ya veía que estaba confundida… Intentando reaccionar me fijé en el charco que se encontraba bajo mis pies. En él se reflejaba un maniquí blanco sin ropa, desnudo. Levanté la mirada para observar el maniquí que en algún momento llevó el vestido morado del que me enamoré un día parecido a este, acompañada de la presencia de Harry. Sentí una mano en mi hombro que me empujaba incitando a mis piernas a caminar unos pasos más.
- ¡Hola chicas! –Saltó Zaynab cuando estuvimos justo enfrente de ellas, dándoles un beso a cada una en forma de saludo. Mi mirada siguió impactante sobre Diana que fingió una sonrisa a mis acompañantes.
- ¡Hola! ¿Nos habéis estado esperando mucho tiempo? –Preguntó Marta imitando a Zaynab y dándoles un beso a las dos.
- No, que va… Acabamos de llegar. –Respondió Kelly mientras cogía de la mano a Diana.
- ¿Vamos a las tiendas ya? ¿O esperamos a que se haga de noche? –Preguntó Diana de forma brusca y borde mientras que se posaba la mano libre sobre la tripa. Supuse que le seguiría doliendo el estómago por la gastroenteritis, pero no era ninguna excusa para que nos hablara así.
- Si quieres, traigo una mantita de mi casa y nos quedamos a dormir en la calle. –Le respondí irónicamente.
- ¿Y las gemelas? –Preguntó Marta, supongo que para relajar la tensión de la escena que habíamos montado.
- Perrie me ha dicho que no podía venir porque Henry la invitó a comer y… vamos, que no tenía ganas de venir, y que se ha quedado con el viendo una peli y Ells ya tiene modelito –Me respondió Kelly excusándolas.
- Bueno, pues nada… Venga chicas, ¡en busca del vestido más arrebatador para el viernes! –Exclamé canturreando mientras aligeraba el paso para llegar en cuanto antes a la primera tienda de nuestro recorrido. Entramos a Ardene, Zara, Mango, Pinkie, Breshka… Hasta que llegamos a mi paraíso, a TopShop.

A mí solo me quedaba el vestido. Ya había comprado los complementos y los zapatos, nada de bolsos, que lo único que hacen es abultar y estovar. Todas estaban anonadadas por no saber porque hacia eso. Simplemente era una costumbre rara que tenía desde siempre. Además haciendo eso, me obligaba a comprar directamente sin rodeos, el vestido que conjuntara con los zapatos y los complementos que más me gustaron, en vez de estar indecisa.

- Objetivo a la vista. –Dije acercándome hasta un expositor donde se hallaba mi vestido perfecto para la fiesta. Era un vestido negro corto, sin tirantes, con escote corazón, ceñido y en la cintura tenía dos pequeños orificios con forma de rombo tumbado, que dejaban ver la piel. Lo cogí rápidamente.- Me voy a los probadores. ¿Alguna ya ha visto algo, para que me acompañe? –Dije desde las escaleras.
- Yo, yo voy contigo. –Dijo Diana mientras venía hasta donde estaba yo con dos vestidos en la mano, uno blanco y otro verde.  Caminamos juntas hasta los probadores, sin soltar palabra alguna.
- Bueno, ¿me vas a contar ya que te pasa? Escuché lo que dijiste de Zay y Marta y después está esa bordería y la cara de prepotente que llevas encima. –Le pregunté con tono enfadado desde mi cabina mientras me desvestía para ponerme el vestido. Realmente estaba cansada de su comportamiento en aquellas escasas horas que llevábamos juntas. No recibí contestación alguna. Salí de mi probador con el vestido puesto para poder mirarme en el gran espejo que se encontraba fuera.- ¿Ya te lo has puesto? Sal para que pueda verte. –Dije mientras me acomodaba el precioso vestido.
- No quiero. –Me contestó desde detrás de la cortina de su probador.
- Anda, sal ya. –Le dije cansada de esperar. Me asomé cuidadosamente por la cortina y la vi sentada en el pequeño banco.- ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? –Pregunté preocupada.
- ¡¿Qué que me pasa?! ¡Pues que cada día que pasa, estoy más gorda y todo me queda horrible! Vosotras vais ahí con vuestros tipazos y yo… ¡Y yo ya no puedo más! –Dijo poniéndose en pie y mirándose con odio en el pequeño espejo del probador. Entré por completo en aquel cubículo. La observé detenidamente, su rostro, sus curvas, sus manos ahora en puños, y la verdad es que la veía igual que siempre, solo que enfurecida.
- No sé de qué hablas… Si tú estás como siempre y ese vestido te queda de muerte. –Le dije cogiendo sus manos y abriendo sus puños.
- No Kat. –Me dijo negando con la cabeza.
- ¡Enserio tía! No sé qué te verás diferente, pero yo te veo igual de buena, como siempre. –Dije mientras me fijaba en algún cambio en su cuerpo, pero realmente veía todo igual.
- Que no tía, que no… Nada volverá a ser como siempre. –Echó a llorar anclándose a mi cuello como una niña pequeña.
- Sabes que me puedes contar todo, ¿qué ha pasado? ¿La familia está bien? –Le pregunté pasando mi mano por su suave pelo. Asintió con la cabeza sin separarse de mi.- ¿Zayn? ¿Es Zayn? ¿Te ha dicho algo? –Le volví a preguntar y no recibí ninguna respuesta ni gestual, ni hablada.- ¿Qué ha pasado cariño? Cuéntamelo, de repente os puedo ayudar… –Dije cogiéndola por los hombros y separándola de mi para poder observarla. Su cara estaba empapada en lágrimas, le aparté el pelo de esta. Ella respiraba con dificultad.- ¿Le ha pasado algo? ¿Ha cortado contigo? ¡Respóndeme! –Grité exasperada ante su silencio. Me ponía de los nervios ver llorar a una de mis mejores amigas y no saber qué hacer para remediarlo.
- No he estado enferma con gastroenteritis. –Empezó a hablar.
- ¿Entonces? Kells sabe todo, ¿verdad? –Le pregunté recordando la “protección” que mostró Kelly con ella durante todo el día. Le limpié las lágrimas que recorrían sus mofletes y ella volvió a asentir.
- Estoy… –Balbuceó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario