lunes, 31 de diciembre de 2012

Capítulo 2, “Primer encuentro”

Me sequé las lágrimas y le volví a secar el rastro humedecido que quedaba en sus mofletes.  Él tenía los ojos rojos, pero aun así, seguía siendo igual de hermoso. Era como un ángel caído del cielo y cuando se puso a llorar se podría decir que “por mi” y yo por él, me destrozó entera y a decir verdad, solo le vi llorar una vez antes y... recordé:
Todavía ni siquiera éramos novios, cuando Louis y mi hermano Zayn tramaron un plan maléfico para Niall. Zayn los invitó a comer a nuestra casa y a la hora del postre, Niall subió para el baño, con tal suerte la mía, que se equivocó y en vez de entrar al baño entró en mi habitación. Estaba viendo Bob Esponja y ni me había dado cuenta de que el rubio había entrado en mi habitación. Solo escuché un: “¡Oh, me encanta Bob!” Cuando giré, me topé con él y sentí como mis mejillas se inundaban de sangre de la vergüenza. A ver mi hermano Zayn era famoso y yo, estaba súper orgullosa de él y de sus amigos, ¿yo era su fan número uno? Sí, creo que sí. Tenía mi habitación llena de posters de One Direction y sobretodo destacaba uno que tenía en mi techo encima de mi cama, uno de la primera foto que se hicieron como grupo, un tal 23 de Julio de 2010. Estaba confundidísima, supuestamente, Zayn no iba a venir hasta mañana. Niall entro entró en mi habitación sin impedimento alguno y me estrechó la mano desde lejos.
- Creo que no nos conocemos. Tú eres la hermana de Zayn, ¿verdad? –Preguntó aproximándose a mí, para cogerme de la mano en forma de saludo. No podía hablar, estaba paralizada, mi corazón estaba a mil. Yo aún no conocía a ninguno de los nuevos amigos de Zayn, aunque me había dicho muchas veces de presentármelos pero yo sé que moriría de la vergüenza y va, justo hoy, ¡¿y no me avisa que los había invitado a comer?! Y yo aquí arriba muerta de hambre…- ¿Hola?
- Emm... Eh... –Por fin reaccioné.- Hola... Emm, si... Soy la hermana de Zayn. –Dije  medio tartamudeando y creo que me volvió la sangre al cerebro.
- Jajaja ¡Hola! Por cierto monada, ¡me gusta tu habitación! ¡Yo soy Niall! Y tú eres... –Me  preguntó levantando una ceja. ¡¿Monada?! ¿Y eso a que venía? Bueno, igualmente, seguro que estaba roja, tanto como un tomate.
- Emm... Hola. ¡Hola! Jaja. Me… Me llamo Katia. –¿Más nerviosa en mi vida? Seguro que no. Solo veía que él me observaba con una mirada graciosa, una mirada que me intimidaba, pero que no me incomodaba mucho, la verdad.
- Bueno Katia, encantado de haberte conocido... Después de tanto tiempo, jaja. –Al fin se acercó y me plantó un beso en la mejilla.- Zayn nos habla mucho de ti y los chicos y yo siempre le decimos que haber cuando nos presentaban, pero siempre nos tenía en alerta de que tú eras su hermanita. –Dijo mientras se reía mostrando sus disparejos dientes, pero de los que yo ya estaba enamorada.
- En-encantada. ¿Enserio? ¿Te gusta mi habitación? ¿De verdad? Ay, ¡qué vergüenza! –Dije sonriendo con cara de tonta.
- Jajaja que mona... Mira, te propongo algo, mientras yo voy al baño, piénsate si quieres bajar y te presento a los chicos, ¿vale? Ya que Zayn no tiene la iniciativa... ¡Lo haré yo! –Dijo alegre y sonriendo, otra vez.
- Emm... creo que no es buena idea. Zayn me ha dicho muchas veces de presentarnos, pero yo no estaba muy por la labor, ¡es que soy muy vergonzosa! –Dije con un tono de resignación.
- Bueno cielo, yo vuelvo en un plis plas y espero que me complazcas y bajes conmigo. –Me dijo poniendo cara de cachorrillo.
- No sé… Me lo pensaré. –Dije  con tono vago. Él me sonrió y desapareció por la puerta. A ver, yo quería bajar, pero por el otro lado está que me desmayaría al verlos y... ¿Las pintas que llevaba? Llevaba el pijama puesto, ya que mi plan del día era quedarme en casa haciendo el vago. Si quería bajar, tenía que arreglarme pero ya. ¿Cuánto tardaría en volver? ¿Dos, tres minutos? No lo sé, estaba perdiendo el tiempo pensando, lo mejor sería arreglarme y que sea lo que dios quiera... Cogí unos shorts vaqueros de tiro largo hasta la cintura, una camiseta de tirantes negra con unos brillantitos como adornos y me calcé con unas converse negras. Un poco de rímel y brillo. ¿Ya? ¡Sí! Tiempo récord. Podía sentir ya sus pasos dirigiéndose a mi puerta.
- ¡Oh, dios! –Sus facciones tornaron a sorprendido.- Ese cambio... Es un sí, ¿no? Anda... ¡Dime que sí! –Me suplicó cambiando su cara de sorpresa para poner su cara de cordero degollado.
- Que si... Pero me tienes que prometer una cosa. –Dije balanceándome para delante y para atrás, como una niña buena.
- Dime, lo que quieras –Me dijo con ánimo aunque manteniendo un tono… ¿desesperado?
- A ver,  que si me desmayo, no dejaras que caiga, me cogerás. –Le dije mirando al suelo por la vergüenza.
- Eso ni lo dudes preciosa, venga vamos. –Dijo mientras se acercaba a mí y me cogía de la mano. La cogió con fuerza. Ni bien sentí el calor de la suya, empecé a temblar aún más, porque ya había empezado a temblar cuando me dijo “preciosa”, tantos halagos seguidos del chico que me gusta hacían que mi corazón diera vuelcos.
- Niall, ¡joder, bro! ¡¡Qué se derrite el helado, tío!! –Dijo gritando una voz desde el salón. Por lo que pude apreciar, era mi hermano.
- ¡Chicos, calma! Que encima que traigo una sorpresa… ¡Me metéis prisa! Esto no puede seguir así eh... –Dijo gritando con tono de motivación, desde lo alto de las escaleras.- Venga Katia, no te me desmayes eh... jajaja. –Me dijo en un pequeño susurro.
- Venga, estoy lista. Ahora o nunca. –Le dije guiñándole un ojo. Ya le había cogido un poco de confianza.
- ¡Niall! ¡¡Baja ya Niall!! Que la pasta de dientes con sabor a fresita no es una sorpresa... jajaja. –Dijo una voz con tono gracioso, esta vez creo que fue Harry.
Empezamos a bajar las escaleras. No sé, pero me sentía bien con el chico de ojos azules cogiéndome de la mano. Me sentía... relajada, sin tensiones y eso estaba bien, no podía quejarme, ni aunque quisiera. Se me pasó por la cabeza cuantas chicas querrían estar en mi pellejo. Por fin, llegamos a la planta baja, dejando yo la vergüenza en lo alto de las escaleras.
- ¡Wow Niall! ¿Pero quién es esa chica tan guapa? Ella será la sorpresa, ¿no? Jajaja. -Dijo Louis mirándome fijamente y poniéndose en pie.
- ¡Oh, pero que chica tan linda! Se parece a Zayn, ¿no se os parece chicos? ¡Ups! Lo siento si te he molestado con mis comentarios. –Dijo Liam, también incorporándose del asiento.
- Hola chicos… Yo... Yo me llamo Katia... –Dije con un hilo de voz, intentando no desmayarme, aunque aún me sentía segura, Niall todavía me cogía de la mano.
- ¡Hola yo me llamo Harry…! ¿Qué tal? –Me saludó con su forma de hablar tan lentamente.
- ¡¡Hermanita!! ¡Pensé que te habías ido con Diana y Kelly! Joder, Katia, ¿llevas todo el día en tu habitación? Y yo sin darme cuenta... ¡¡Y no has comido!! Mamá me mata. –Dijo llevándose una mano a la frente.- Y encima estos glotones se lo han comido ¡todo! Y cuando digo glotones, también incluyo a Tom... –Dijo  mientras salía de la cocina secándose las manos con un trapo.- ¡Uy! ¿Qué guapa te has puesto no? –Me dijo mientras dejaba ver su sonrisa.
- ¡Hermanito! ¡¡Cuánto tiempo sin verte!! –Grité mientras corría para abalanzarme encima de él, más contenta que una niña con su chuche favorita. Es raro, pero no éramos como los demás hermanos, nosotros nos queríamos con locura. Al soltar la mano de Niall, la cosa cambió, pero procuré seguir con la misma compostura.
- ¡¡Ay mi pequeña!! ¡Yo también te he echado de menos, loca! –Dijo abrazándome en el suelo ya que le había tirado del impulso que había cogido. Verdaderamente, le extrañaba, y no sabía que haría sin él.
- Che, che, che, che, che... ¡¡Qué nosotros también queremos Zayn!! –Dijeron al unísono Louis y Harry, los cuales vinieron corriendo para tirarse encima nuestro y poco tiempo después, Liam y Niall los imitaron.

Ya no estaba nada nerviosa, pero añoraba la mano de Niall. Estuvimos hablando y riendo toda la tarde, no me podía creer que estuviera en mi salón, ¡con mis ídolos! El sueño de cualquier Directioner. Noté algo, Niall no me paraba de mirar, pero para nada me incomodaba ya su mirada. Harry era genial, no me podía parar de reír con ese chico. ¿Y Louis? Ay con Lou, menudo personaje... Decía que como Harry se enamorara de mí, no era consciente de sus actos… y Liam, era un amor de chico, nunca había conocido a una persona así, tan tierno, pero con una gran fortaleza. Y lo que le hicieron al pobrecito de Niall... Louis y Zayn, preparando su “plan maléfico” se lo llevaron a la cocina y cuando volvió, no sé porque motivo, pero estaba llorando. ¿Qué era lo que había pasado? Pues que Louis le había dado el helado de Niall a Tom y este no había dejado nada, el muy glotón... Zayn le había dicho que era el helado más rico que había probado en la vida y Niall se derrumbó. Estuvo buscando a Tom por toda la casa, para regañarle, pero no lo encontró. Así, como así esa fue la mejor tarde de mi vida, junto a mis ídolos. De repente volví a mí misma:

- Kat, Katia, cielo. ¿Estás? Que cara has puesto. ¿Qué ha pasado? ¡Te has quedado en blanco durante 5 minutos! –Me preguntó Niall mientras se reía y se estiraba.

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