- Jajaja, aún recuerdo como te intentaba tirar fichas, y tu cara de
incertidumbre cuando entré a tu habitación aposta o cada vez que te decía “monada”.
–Rio haciendo saltar mi cabeza sobre su pecho.
- ¡¿Que qué?! –Pregunté abriendo los ojos como platos mientras me sentaba
a su lado.
- ¿Qué de qué? –Respondió elevando una ceja.
- ¿Entraste aposta? –Elevé un poco la voz.
- Si… –Dijo mirando a otro lado.- Bueno, solo quiero recalcar que la
puerta estaba entreabierta y que tú fuiste la culpable de que yo entrara. Mi único
objetivo era ir al baño, pero escuche tu risa cuando llegue a la parte de
arriba. –Dijo como disculpándose.
- ¿Sabes que es lo mejor que pudiste hacer ese día, no? Imagínate que no
llegas a entrar, ni siquiera sin querer; no estaríamos hoy… así. –Dije estremeciéndome
de mis palabras. No me imaginaba estar sin él.
- Por eso entré. Tengo buen ojo con las cosas que me convienen. –Rio y también
se sentó y me indicó con unas palmaditas en sus piernas que me sentara encima
de él, ya que todavía estábamos en el suelo.
- Jajaja, Niall, me ibas a contar lo de Diana y Kelly, ¿qué era? –Dije
con mucha intriga volviendo al tema anterior.
- Para que no cojas frío. –Dijo cuándo me posé sobre sus piernas.- Bueno,
te lo cuento ya, antes de que te enteres por otros. ¡Qué cojones! ¡Qué te lo
quiero contar yo! –Se rio con su risa
malévola, esa, la amaba. Se puso a pensar como contármelo, así se pasó unos
cuantos minutos hasta que le pellizqué la nariz, para que me lo contara de una
vez.- Venga, que ya te lo cuento... Pues
ayer en medio de la fiesta, cuando estabais tus amigas y tú bailando sobre la mesa,
Diana... Diana... Joder, jaja ¡Es que me da risa! A ver, que le estaba
haciendo un baile sexy al cumpleañero. –Dijo con una sonrisa pícara.
- ¡Oooh! ¿Enserio? Dios Niall ¡¿Por qué no me lo has contado antes?! No me
quiero imaginar el resto, prefiero que me lo cuentes tú, antes de ser mal
pensada. Niall, Diana es... ¡Cómo mi hermana pequeña! Y bueno, Zayn es mi
hermano. –Dije casi exasperada. No me lo quería creer, tal vez mi chico me
estaba tomando el pelo, o tal vez fuera de verdad. En cualquier caso, lo mejor
iba a ser que le dejara que me cuente todo, antes de pensar mal. De repente
solo fue el baile y ya está.- Bueno sigue contando, ya estoy más tranquila.
¡CUENTAME! –Le grité de broma.
- Ya... ¡Ya voy…! Me encanta cuando te enfadas. A ver que más... Cuando tú
casi te caes de la mesa, yo te cogí. Diana ya estaba con shorts y en sujetador
y se tiró desde la mesa, encima de Zayn, tu hermano la cogió en brazos y
se pusieron a bailar de forma muy... ¿sensual? –Dijo y se quedó callado
mientras olía mi pelo y llegaba hasta mi cuello.
- ¡Ay, Niall! ¡Me haces cosquillas! Jaja –Exclamé reaccionando.
Amaba que me hiciera eso, pero no. ¡¡No!! Sabía que si seguía, llegaríamos a
mayores y no, no era el momento.
- Es que Katia, no puedo evitarlo, eres tu... tu perfume, lo amo, es tan...
¿dulce? –Me dijo todavía oliéndome el pelo y mirándome el cuello.- Pero bueno,
te sigo contando, ¿no? –Me preguntó volviendo a su postura anterior, yo todavía
seguía con el corazón en la garganta después de lo del perfume y lo del cuello.
Sé que si le miraba a los ojos, no podría detenerme, no podría, por lo que solo
me limité a asentir.- Bueno, después Kelly hizo lo mismo que Diana, solo que
con distinto chico. ¿Adivina con quién? –Me preguntó con una mirada traviesa.
- Pues a ver, a ver… Pero de los chicos, ¿no? –Le pregunté y asintió.- Pues
mi hermano no puede ser, Harry... lo dudo y Louis también lo dudo y con
Liam, no, ¡no! ¡¡Menos!! Ay, no sé… ¡dímelo ya! –Exclamé mientras ponía cara de
triste.
- Emm… No. No te lo voy a decir. Si lo quieres saber, me tienes que dar un
beso... –Me pidió medio canturreando. Maldita sea… Y lo cotilla que era yo… Por
mí, se lo daría, ¡pero estaba aquella absurda apuesta! De repente le vi
poniendo morritos en plan coña y no pude evitar partirme de risa. Casi me caigo
de sus piernas, pero él me cogió antes de que mi espalda chocara contra el suelo
y en esa posición, me besó, otro beso, no tan largo como el anterior, pero
contundente.- Nada de promesas rotas. –Dijo mientras me guiñaba un ojo, todavía
sentía su dulce aliento revoloteando a mí alrededor.- Ya, venga... Con una
palabra que te diga, seguro que sabes quién es. -Me dijo sonriente, nos
volvimos a poner en la posición anterior, sentados.- Carrots. –Me susurró al
oído.
- ¡Jajaja! ¿Enserio? No... ¿De verdad? No, ¡no puede ser! Vaya
cotilleos me traes, eh... Rubio. –Le susurré y reí en el oído. Quería que
supiera lo que siento yo cuando me lo hacía a mí.
- Sí, es muy fuerte… –Dijo negando con la cabeza para después estremecerse
bajo mí, se le puso la carne de gallina con mi contacto.- No me vuelvas a hacer
eso Kat. –Me dijo con la voz entrecortada.
- Tú me lo haces siempre, ahora sabes lo que siento cuando me susurras. –Contraataqué.
Entrecerró los ojos en forma de derrota y resopló por la nariz.
- Bueno ¡Y todavía queda! –Dijo retomando el tema.- Cuando te subí a la
habitación, me pediste que te trajera un vaso de agua y bajé. Cuando salí de la
cocina, busqué a los chicos y no los encontré, por lo que pregunté por ellos y
me dijeron que habían subido; que Zayn y Diana estaban aquí, en la segunda
planta, en la habitación de tus padres y Louis y Kelly, estaban en la tercera
planta. Lo que no sé, es lo que estarán haciendo. –Me dijo casi partiéndose de
risa.
- Bueno, a ver que me aclare bien, Diana y Zayn, Kelly y Louis y... ¿Harry
y Liam? ¿Tengo que ser mal pensada? Grr. -Le contesté de la misma forma y los
dos echamos a reír. Después se quedó mirando al infinito.
- ¿Tú eres la única que piensa y se hace esas preguntas no? Jajaja, Katia
estás muy mal… –Rio para sí mismo.- Y pensar que dentro de unas semanas hacemos
nueve meses... Katia, te quiero demasiado. –Me dijo abrazándome muy fuerte y
dándome una beso en la punta de la nariz.
- Oh Niall… Yo te quiero más. ¿Me puedes hacer un favor enorme? –Le
pregunté, todavía acurrucada en su hombro.
- Si, lo que tú quieras. –Me respondió rápidamente.
- ¿Me podrías cantar More Than
This? Por favor… –Le rogué.
- If i’m louder, would you see me... –Empezó a cantarme mientras que me
cogía del mentón y me miraba fijamente a los ojos. Yo estaba derritiéndome por
dentro, era la perfección en persona. Cuando terminó la canción, me dio un beso
en la frente y otro tierno abrazo. ¿Le quería? Sí, claro que lo hacía. Mucho.
- Muchas gracias rubio. Me encanta que me cantes, me haces sentir única. Lo
necesitaba. –Le dije mientras me levantaba.
- No me las des, me encanta cantarte. ¿Por qué dices eso? –Me
preguntó, a la vez que él también se incorporaba.
- A veces siento que todo esto es mentira, te vas a desvanecer… y estas
cosas hacen que todas esas tonterías se esfumen. –Dije cambiando de expresión,
arrugando la nariz.
- Sabes que eso no va a pasar. Tú siempre serás mi niña. –Dijo sonriéndome dulcemente
y cogiéndome de la mano y con la otra acariciándome el moflete. - ¿A dónde vas?
–Me preguntó cambiando de tema. Mi cabeza estaba intentado almacenar las emociones
que todo mi cuerpo desprendía. Aquellas palabras quedarían grabadas en mí.
- Me voy al baño, qué me hago pipí. Y... ¡a cotillear un poco a los chicos!
¿Vienes conmigo? –Le pregunté mientras salía de la habitación. La luz me
deslumbró, estaba todo echo un asco, suerte que los papis llegaban dentro de un
par de días y nos daría tiempo a recoger.
- Sí, pero espera, ponte esto. –Se quitó su camiseta y me la lanzó, yo ya
me había olvidado que estaba en ropa interior. Dios como estaba el señorito… Su
piel blanca se marcaba por encima de sus torneados y definidos músculos. El me
quedó mirando y se empezó a reír. Se había dado cuenta de mi embobamiento. Vi
que ya se aproximaba.- Que, pequeña, ¿no te la vas a poner? Espera que te la
ponga yo. –Me quitó la camiseta de las manos y me la puso en cero coma.
- Eh, chato, tu no sales así, que las chicas se te abalanzan, y no quieras
verme celosa y enfadada a la vez... –Le dije en tono de broma poniendo los
brazos en jarra.
- Jajaja ¡qué no cielo! Todos están en la planta de abajo. Solo vamos
a estar por aquí, ¡no me va a ver nadie! Y si no, tú me ayudas a quitármelas de
encima. –Me dijo enseñándome su preciosa sonrisa, ahora adornada con brackets.
La verdad es que me molestó que se los pusieran. A mí me encantaba su sonrisa
tal y como era. Pero bueno, él era hermoso de todas las formas.
- Ay, ay, ay... qué difícil es ser la chica de Horan. –Le dije
entrando al baño, mientras que negaba con la cabeza.
- Que va, más difícil fue ser tu chico... ¿Tú te acuerdas el rebote que se
pegó tu hermano? –Me preguntó desde afuera del baño.
- No me lo recuerdes. Primero nos puso como impedimento la edad, después la
distancia, y no sé qué más tonterías. Pero ya nos ves aquí juntos, estamos más
que genial. –Le dije mientras me secaba las manos y abría la puerta del baño.
Me había lavado la cara, tenía todo el rímel corrido, digo yo de haber llorado,
pero ya estaba perfecta.
- ¡Es verdad! Que fuerte. Y mírale a él ahora... ¡con Diana! ¡Qué
es más pequeña que tú y él es más mayor que yo! Flipo... –Dijo llevándose las
manos a la cabeza.
- ¡Ya ves! Hablando de ellos... Vamos a la habitación de mis padres, quiero
abrir la puerta y pillarles infraganti. –Empecé a reír y no podía parar de solo
imaginármelo. Al final, llegamos a la puerta de mis padres.
- Venga, a la de una, a la de dos y... ¡A la de tres! –Dijo en bajito mientras abría la puerta la puerta rápidamente, pero...
- Venga, a la de una, a la de dos y... ¡A la de tres! –Dijo en bajito mientras abría la puerta la puerta rápidamente, pero...
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