lunes, 18 de marzo de 2013

Capítulo 12, “Las pizzas”

- Emm... si Kat, vamos a otro lugar para hablar en privado. –Me respondió, también en tono seco.- Vamos a tomar algo y te cuento. –Dijo mientras le entregaba una bolsita a Niall y otra a Zayn, quedándose él con una en la mano; Liam tenía dos.
- Vamos. –Concluí.

Le dije a Niall que volvería en poco tiempo ya que tenía que hablar con Harry y me despedí de él con un pequeño beso. Cogí el chaquetón más abrigador que me mantuviera calentita, ya que hacía demasiado frío y me dispuse a salir con Harry, que ya estaba “camuflado” con unas grandes gafas de sol, un gorro y encima de este, la capucha de su sudadera. Esta época del año, me encantaba. Londres solía estar nevado o con las calles mojadas por las lluvias.

- Bueno, ¿a dónde vamos? ¿Starbucks? –Le propuse. El solo me sonrió y asintió a mi pregunta.- Perfecto.

Solo teníamos que caminar un par de calles, estaba cerca de casa. Eso de vivir casi en el centro de la ciudad, estaba genial. Me detuve delante del escaparate de una boutique al ver un precioso vestido corto palabra de honor precioso; tenía la parte de la falda con mucho vuelo, esta, estaba adornada con unas florecillas y era de un bonito color berenjena. El Starbucks se encontraba justo al lado.

- ¡Venga Kat! –Me reprendió Harry con tono chinchoso y con una sonrisa en la cara mientras me habría la puerta de la cafetería haciéndome una seña para que pasara yo primero.
- Ya voy pesado... –Le respondí poniendo cara de pocos amigos mientras le sacaba la lengua como una niña pequeña.

El Starbucks estaba lleno de gente. Había muy buen ambiente y hacia... ¿calor? Sí, sí, hacía calor. De repente era por las personas que estaban ahí o lo más seguro es que estuviera puesta la calefacción, pero tuve la necesidad de sacarme el abrigo, Harry hizo lo mismo. Fui a buscar sitio donde sentarnos mientras él fue a pillar algo para tomar. Encontré una mesa con dos asientos de chiripa. Me puse a ver Instagram y Twitter, mientras que le esperaba. Me inundé en un montón de cotilleos, que me había perdido en más o menos como una semana. ¡Los chicos ya iban a sacar el nuevo disco! Es verdad, Niall me lo había contado, pero ya no me acordaba... Muchas, pero que muchísimas fans les escribían en Twitter. Me gustaba leer lo que les ponían y el apoyo que les mandaban. La llegada de Harry me sacó de mis pensamientos.

- Hey, aquí lo tienes. Como no sabía que querías, y sé lo golosa que eres, te he pedido un frapuchino de caramelo, ¿está bien? –Me preguntó poniéndome el vaso delante del móvil interrumpiendo mi lectura mientras se sentaba enfrente de mí.
- Muchas gracias Harold, así está perfecto, me encanta el caramelo. –Le respondí con una gran sonrisa mientras daba un gran sorbo por la pajita.- Tú dirás. –Dije tras saborear el delicioso sabor del batido.
- A ver, me siento... raro al contarte, bueno, pedirte esto, porque antes no había necesitado ayuda, pero tal y como está la situación... –Me dijo mirando fijamente a su café que tenía aferrado entre las dos manos.
- ¿Algún día llegaras a contármelo? –Le pregunté entre risas.
- Sí. A ver, ¿te acuerdas el día de lo de los paparazzis? Liam te pidió algo, ¿no? –Me preguntó esta vez ya mirándome. No sé porque, pero al meter a Liam en la conversación, me convencí de que no me diría nada malo.
- Sí, creo recordar algo... ¡Ah ya me acuerdo! Me pidió que le ayudara a buscar una chica. –Dije, llevándome las manos a la cabeza. ¡Se me había olvidado por completo! Tenía que encontrarla ya.- ¿Y eso de Liam qué tiene que ver con lo que me quieres pedir? –Le pregunté mirándolo desorientada.
- Pues... a ver, cuando bajó de ayudarte con la bandeja, me contó eso, que te había pedido ayuda y llevo pensando estos días, que... si... podrías ayudarme con lo mismo. ¡Porfaplis! –Me suplicó mientras ponía sus dos manos juntas debajo de su mentón como su estuviera rogándome.
- Pe-pero... ¡Claro que si bobo! ¿Tanto misterio para esto? No Harry, no eh... –Le regañé entre risas mientras que le daba otro sorbo al batido que menos mal que estaba frío, porque me estaba muriendo de calor.
- ¡Muchas gracias, Kat! –Exclamó a la vez que se levantaba de su asiento para darme un abrazo.
- ¡No las des Harry! Pero... tendrás que esperar al igual que Liam porque encontrar a la chica idónea para vosotros me llevará un poquito de tiempo. –Le dije poniendo cara triste.- ¿Te importa si es Directioner? Estaría chachi. –Le pregunté con voz de niña pequeña.
- Por el tiempo no te preocupes, tienes todo el que quieras, porque seguro que merece la pena y si es directioner... ¡¡Por supuesto que sí!! Sería más que genial. –Me respondió eufórico con una de sus más grandes sonrisas en su cara.

Que mono, iba a hacer lo posible por encontrarle una chica que verdaderamente le hiciera feliz, ese era mi reto. Vi como señalaba mi vaso de batido, empecé a observarlo. Me fijé en la parte donde suelen poner tu nombre y en vez de poner Katia o Kat, ponía en letras muy grandes “Thanks”. El seguía con su sonrisa en la cara.

- ¿Y esto? –Le pregunté anonadada.
- Pues, como estaba seguro de que me ibas a ayudar, ya te lo agradecía anticipadamente, pero como no te dabas cuenta, ¡te lo he tenido que decir! –Exclamó mientras sacaba la pequeña bolsa que al parecer había guardado en el bolsillo de su abrigo y me lo ponía ente las manos.- Míralo. Por eso tardamos un poco más en llegar, porque pasamos antes por estudio.
- Que será, que será... –Dije con tono de intriga, mientras metía la mano en la bolsa y sacaba su contenido.- Ay, ay, ay… Harry, ¿por qué me haces esto? No tío, no, ¡no! ¡¡No puede ser!! ¡¡El nuevo disco, Take Me Home!! ¡JODER, HARRY QUE ME DA ALGO! ¡¡Que soy la primera que lo tengo!! –Dije gritando, casi desesperada. Harry no me podía hacer esto... Él sabía que era su fan número uno, ¿y me lo ponía así, delante, sin avisar ni nada? El corazón se me salía del pecho.
- Jajaja, Kat relájate, que nos miran mal, y no tengo ganas ni de que me reconozcan, ni de salir corriendo. –Me dijo en bajito.
- Harry Styles, no me vuelvas hacer esto... –Le dije mientras no apartaba la mirada de la portada del álbum. Perfecta, mostraba a los chicos tal y como eran. Era la edición especial, que incluía unas cuatro canciones más.- Harry, vayámonos a casa, ya. Necesito escucharlo. –Dije mientras cogía mi abrigo y el batido y me ponía en pie.
- Tranquila… relájate. Pero eh, cuidado, ¡qué ese es mi disco! –Me dijo mientras se levantaba y se ponía el abrigo, yo le imité. Se  puso a mi lado y levantó su brazo, para que le enganchara como las abuelitas y salimos del Starbucks. Íbamos de vuelta a casa, estaba atardeciendo y la puesta de sol era preciosa, lo malo era eso, que atardecía muy temprano. Sentí como una gran gota de agua me cayó en la punta de la nariz. No... Ahora no...
- ¡Harry, corre! –Le grité soltándome de su brazo y echando a correr. Me encantaba la lluvia, pero no mojarme.
- ¿Eing? ¿Katia, de qué hablas? –Me preguntó medio gritando, ya que yo ya estaba lejos. El seguía caminando a paso lento. Claro, claro que no me iba a hacer caso.
- ¡Qué corras, bobo! ¿A que no me pillas? –Le reté gritándole mientras le hacía un par de muecas para picarlo.
- Bobo. ¿Bobo yo? ¡Ahora verás enana! –Me respondió echando a correr detrás de mí.
- ¡¡AAAAH!! –Grité mientras reía alocadamente.- ¡No me pillarás! –Seguí diciendo después de terminar de reír y empecé a correr de nuevo. La lluvia ya estaba empezando.
- ¡Claro que si te pillaré! ¡¡Oh, está lloviendo!! ¡NO, MIS RIZOS! –Gritó entre risas.
- Puajaja, que tonto... –Yo ya había llegado a la puerta de la casa, cuando recién Harry me alcanzó.
- Katia, no estoy en forma, pero si hubiera sido otro día u otro momento, te hubiera alcanzado y te hubieras comido tus palabras. –Me dijo exhausto por la falta de aire, Estaba rojo y lo peor, mojado...
- Ya, ya, claro Harold... –Le dije en tono burlón mientras abría la puerta para entrar en casa. Pasé yo primero y él, al cerrar la puerta se apoyó en esta, resbalándose hasta el suelo, para quedarse sentado, intentando “recuperar el aire”.
- ¡Holap! –Dije en alto entrando dando saltitos y sentándome en el sofá al lado de mi hermano y dándole un fuerte beso en el moflete.
- ¿Y eso? Que cosa quieres... –Me dijo en tono acusador, como si mi muestra de cariño solo fuese para conseguir algo. Yo no era así.
- ¿Qué? ¿Tengo que querer algo por darte un beso? Te echaré de menos Zayn... Intentar visitarnos lo más seguido posible. –Le dije con voz triste mientras me levantaba del sofá y me dirigía a la cadena de música. Los demás, no se encontraban en el salón.- ¿Dónde están todos? –Le pregunté mientras me ponía de pie y metía el disco, para por fin, poder escucharlo.
- No te preocupes, en cuanto menos te lo esperes, estaremos de vuelta, los primeros meses en donde vamos a promocionar el disco, están cerca de U.K. –Me dijo medio sonriendo. Realmente se le veía bien, otra vez iban a hacer lo que les gustaba, pero creo que mi hermano echaría demasiado de menos a Diana.- Las chicas, están haciendo vuestras las maletas para mañana, y los chicos están haciendo la cena. ¡Espera! ¿No iras a poner el disco a todo volumen no? –Dijo señalándome.
- ¡Sí! –Dije sin darle tiempo a reaccionar mientras que pulsaba el botón de play. 

Empecé a escuchar una música rockera, que envolvía, seguida de la voz de Liam: “Hey girl I'm waiting on you, I'm waiting on you, come on and let me sneak you out. And have a celebration, a celebration, the music up, the windows down.” Creo que iba a empezar a llorar de la emoción. Escuché chillidos en la parte de arriba y como se abría la puerta de la cocina. Ahora venía la voz de mi hermano: “Yeah, we'll be doing what we doing, just pretending that we're cool, and we know it too. Yeah, we'll keep doing what we doing, just pretending that we're cool, so tonight...” La cara de Zayn estaba roja como un tomate. Las chicas ya estaban a mi lado, gritando como posesas, yo me uní a ellas. Pude ver como Niall, Liam y Louis, nos miraban apoyados en el marco de la puerta de la cocina, mientras se reían. Por lo que podía oír, lo que ahora sonaba era el estribillo: “Let's go! crazy, crazy, crazy till we see the sun. I know we only met but let's pretend its love. And never, ever, ever, stop for anyone. Tonight let's get some and live while we're young. Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh. And live while we're young. Oh, oh, oh, oh, oh. Tonight let's get some...”

- Espera, espera, espera... –Dijo Harry mientras se ponía de pie. La música paró de sonar. ¿Qué había pasado? Vi a Zayn con el mando de la cadena en la mano.- ¿Preferís escucharla desde unos altavoces, o en vivo y en directo? –Continuó mientras ponía cara de interesante a la vez que elevaba las cejas.
- Emm... ¿Prefieres correr como antes, o empezar a cantar sin preguntar? –Dijo Zayn, al ver nuestras caras de desesperación. Los chicos se reunieron en un corro y empezaron a hablar en bajito mientras que nos miraban y soltaban pequeñas risillas.
- Bueno señoritas, ¿me podríais hacer el favor de sentaros? –Dijo Liam señalándonos el sofá. Las tres asentimos y nos sentamos. Los chicos se pusieron en fila delante de nosotras.
- ¡Qué continúe la función! –Dijo Louis gritando.
- And live while we're young. –Continuó cantando Harry.
- Hey girl it's now or never, it's now or never, don't overthink, and just let it go. And if we get together, yeah get together; don't let the pictures leave your phone. Oh, oh. -Cantó Zayn mientras le enviaba una sonrisa pícara a Diana.
- Yeah, we'll be doing what we doing, just pretending that we're cool, so tonight... -Dijo Niall giñándome un ojo. Yo sentí que la sangre se me desvanecía de la cabeza. Eso de que tus ídolos te hicieran un mini concierto en el salón de tu casa, antes de que saliera el disco a la venta, no pasaba todos los días, así que... Tenía que aprovecharlo, ¿no?
- Let's go! crazy, crazy, crazy till we see the sun. I know we only met but let's pretend its love. And never, ever, ever, stop for anyone. Tonight let's get some and live while we're young. Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh. And live while we're young. Oh, oh, oh, oh, oh. Tonight let's get some... –Cantaron los cinco al unisono.
- And live while we're young. –Repitió Harry su estrofa.

De repente, vimos como empezaban a hacer un baile muy gracioso y no pudimos evitar reírnos. ¡Eran muy monos!

- And girl you and I, we're about to make some memories tonight... –Dijo Zayn poniéndole todo el sentimiento que podía mientras señalaba a Diana. Ella lo único que estaba era roja, por culpa de él.
- I wanna live while we're young. We wanna live while we're young... –Continuó Louis lanzándole una mirada sexy a Kelly.

La canción continuó con el estribillo. Me encantaba, seguro que sería número uno en muchas listas mundiales y no lo decía por decir... Al finalizar la canción, las tres no pusimos a gritar y a aplaudir.

- ¡OTRA! ¡OTRA! ¡OTRA! –Gritábamos las tres a la vez. Estaba eufórica, solo eran ellos, continuaban haciendo sus sueños realidad. Y pensar que había millones de chicas por todo el mundo querría lo mismo que nosotras tres tenemos, aunque sea solo por verles a cien metros, “matarían”. Y por esa misma razón, aunque me duela en lo más hondo de mi corazón, debía dejarles ir, sin decirles nada, sin hacerles sentir mal...
- Vale, señoritas, os cantaremos otra; una que nos parece preciosa. Little Things. –Dijo Liam haciéndole una señal a Zayn como para que empezara.
- ¡Un segundo que cojo la guitarra! –Dijo Niall gritando que ya se encontraba de vuelta con mi guitarra en la mano. Y empezó a tocarla. La canción era lenta, al contrario que la primera.
- Your hand fits in mine like it's made just for me... –Empezó Zayn, con voz tranquila. Su mirada se perdía en Diana. Seguramente que sus estrofas se las dedicaba a ella. Parecía que estaba muy enamorado, pero esto no solo es de un par de días, no, esto seguro que lo lleva consigo dentro desde hace mucho, solo que no fue capaz de decírselo antes, como yo, que fui incapaz de decírselo a Niall. Profunda en mis pensamientos, escuché un sonido me hizo salir de ellos y que Zayn parara de cantar y Niall de tocar la guitarra. ¡Dios ese sonido tan irritante! “PI, PI, PI, PI...” Zayn y yo nos miramos e inmediatamente corrimos hacia la cocina. Al abrir la puerta, un humo denso se nos abalanzó en la cara. Olía muy mal. Puag... Y seguramente, sería yo la que limpiaría todo el desastre. ¿Qué era lo que había pasado? Pues que tengo un novio y unos cuñados muy olvidadizos, que se dejan las costillas que nos estaban preparando para la cena en el horno. Entramos corriendo, Zayn cogió un trapo y abrió el horno como pudo, cuando lo hizo, paró de sonar el estruendoso ruido.
- ¡Katia pon el extractor y abre todas las ventanas! Ay dios mío... –Me ordenó mientras cogía la bandeja con el trapo intentado no quemarse. ¡¿Cómo se les había ocurrido a los chicos dejarlo dos horas en el horno?! Fui corriendo a hacer lo que mi hermano me había dicho, puse el extractor y salí de la cocina para abrir las ventanas.
- ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué hay tanto humo? –Me preguntó Liam con cara de incredulidad.
- ¿Y me lo preguntas? ¡Si es que mira que sois descuidados! ¡¡Os habéis dejado las costillas dentro del horno, os habéis olvidado de apagarlo!! –Dije con tono enfadado, tono que no me duró demasiado porque no me podía enfadar con ellos. Ya había abierto todas las ventanas, pero estaba entrando un frío totalmente congelador.
- Ostias. ¡Ostias! ¡¡Tío que nos hemos olvidado!! –Dijo Louis pegando un grito mientras que le daba un toque a Niall en el hombro.
- Ya no pasa nada, solo que las costillas están carbonizadas y no tenemos cena. Gracias señoritos. -Dijo Zayn con tono irónico mientras soltaba algunas risillas.
- Buah, tío, ¡que despiste! ¡¡Mis costillas!! –Dijo Niall llevándose las manos a la cabeza, haciendo de ello un mundo.- Solo queda una opción, porque yo me muero de hambre. ¡¡Pizza!! –Continúo diciendo con una mega sonrisa en la cara. No me podía creer que fuera tan glotón.
- Venga... Llamo yo y pido. De peperoni como siempre, ¿no? –Pregunté cogiendo el teléfono, pero por gusto, porque ya todos estaban en la cocina, supongo que ayudando a Zayn a limpiar el desastre, todos, menos Niall.
- Si, como siempre. –Me respondió aun con la sonrisa en la cara.- Antes... nos interrumpieron. –Dijo cambiando totalmente su expresión, por una mirada atravesadora.
- ¿A si? ¡Es verdad! Es verdad... Ya voy recordando... –Le dije haciéndome la loca y con tono meloso.
- Uy... Me da a mí que a esta señorita, le voy a tener que refrescar la memoria... –Dijo con tono juguetón cogiéndome por la cintura y acercándome a él lo más posible.
- No sé yo eh... No sé yo... –Le dije en el mismo tono. Tenía una graciosa expresión en la cara, y estaba ruborizado. Le enganché por el cuello con los dos brazos, y le di un pequeño beso, del que me separé rápidamente, pero él quería más, y vi que se dirigía a mi punto débil. No, ahí no. Niall empezó a quitarme el pelo del cuello, seguía con la mirada la línea de mi clavícula repetidas veces y a pesar del frío que hacía por las ventanas abiertas, empezaba a tener un calor raro dentro de mí. Niall ya se aproximaba a mi cuello.- Niall, yo no te voy a parar, pero cuidado con lo que haces, porque después de esto, si lo empiezas, lo acabas. –Le dije en un pequeño susurro al oído antes de que pudiera llegar a su objetivo. El paró de inmediato.
- Tienes razón y si empiezo, no podré parar... –Dijo pillando su labio inferior entre los dientes.- ¿Sabes? Cambiemos de tema. –Bufó mientras se reía.
- Si, será lo mejor. –Le contesté de igual manera. Esa situación, ya estaba llegando al límite...

Entre que llegaban las dos pizzas familiares que encargué, estuvimos sentados en el salón, hablando plácidamente y entre risas y risas, se nos fue el santo al cielo. Ya era tarde y nada, que ya había pasado una hora y no llegaban las pizzas. Pero así, como para contradecirme, por fin sonó el timbre.

- ¡Voy yo! –Dijo Liam entusiasmado, cogiendo su cartera de encima de la mesa.
- Hey, ¡no! ¡¡Qué invito yo!! –Dije gritando y poniéndome de pie inmediatamente para echarme a correr detrás de él, pero él corrió aún más y abrió la puerta antes que yo.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAH! –Escuché un fino chillido que al parecer era de una chica, a la que no podía ver por culpa de Liam.- NO, NO, NO PUEDE SER... TOMA COJE LAS PIZZAS QUE ME DESMAYO. –Dijo la chica entregándole la cena a Liam. Su voz me sonaba muy familiar y no paraba de repetir en voz bajita “¡¡Es Liam!! ¡¡Es Liam!!”
- Tranquila, tranquila... ¿Estás bien? –Le preguntó Liam mientras posaba una de sus manos en el hombro de la chica. Por fin pude hacerme un hueco para poderla ver. Y la reconocí.
- ¡Perrie! ¡¡Hola!! ¿Qué tal todo? –Le saludé eufóricamente. No me esperaba encontrármela así y mucho menos entregándome la cena en casa. Ella era una compañera del insti, que el año pasado se fue a estudiar al extranjero, pero al parecer ya había vuelto. Perrie solo me miró incrédula con los ojos abiertos como platos y cayó al suelo en redondo.
- Pe-pero... ¿¡Qué es esto!? ¡¡Ay madre mía que la he matado!! –Dijo Liam mirándome desesperado mientras que me entregaba las cajas de las pizzas, para el poder coger a Paula en volandas y la meterla en casa. Cuando apareció Liam en el salón con Paula entre los brazos, los chicos se empezaron a reír.
- Tu cara Liam, ¡tu cara! Jajajaja. –Dijo Niall señalando mientras se reía desde su asiento.
- Cuidado, que las chicas solo se desmayan cuando yo las miro, ese es mi trabajo. Jajaja. –Dijo en tono gracioso mi hermano sin parar de reírse.
- ¡Cari, no digas eso! Pobrecita... –Le dijo Diana a Zayn desde su asiento mientras le daba un toque en la rodilla.
- Lo siento Diana, pero son los encantos Malik. Tú lo deberías saber más que nadie; tú caíste en ellos. –Dijo Zayn con tono creído pero gracioso.
- Mira que eres bobo, tío...  –Le respondió Diana entre risas.                                             
- ¿¡Pero queréis dejar de hablar de tonterías y levantar el culo del sofá!? –Gritó Liam ya desesperado. Todos se asustaron y sorprendidos por su reacción se quitaron rápidamente del sofá grande, donde éste, puso a Perrie cuidadosamente. Ella todavía estaba inconsciente y pálida, más de lo que solía ser. Paula era guapa, se podría decir que era preciosa. Tenía el pelo muy rubio, liso y a media melena, sus ojos que ahora estaban cerrados, eran de un color azul eléctrico. Todos hicimos un corro alrededor de ella. Liam estaba arrodillado en el suelo, cogiéndole de la mano con fuerza, estaba muy nervioso.
- No te preocupes Liam, no le va a pasar nada, solo es que se ha sorprendido... –Le dijo Kelly para tranquilizarlo.
- ¡Oh! ¡¡Pero si es Perrie!! –Dijo Diana con tono alegre, totalmente asombrada.
- ¡Anda, es verdad! Que fuerte... ¿Qué hace aquí? –Preguntó Kelly poniendo cara de no saber lo que estaba pasando.
- No lo sé, yo también me he llevado la sorpresa... –Les respondí a las dos, rebajando el tono de voz.- Lo mejor será que le levantéis las piernas. –Dije mientras me sentaba en el sofá con ella y ponía su cabeza encima de mis piernas. Diana me hizo caso y se las sostuvo en alto. Estaba congelada y sentía que temblaba un poco.- Traer una manta, que está muy fría y cerrar ya las ventanas. –Ordené con tono preocupado, mientras acomodaba su pelo alborotado a un lado. Louis me acercó una corriendo mientras que Harry fue a cerrar las ventanas y la tapé para que cogiera calor. Pasados unos minutos sentí que se empezaba a mover y a balbucear unas palabras ininteligibles.
- Shh, shh... Tranquila, estoy aquí, ¿te acuerdas de mí? –Le pregunté con tono dulce, mientras que Perrie hacía el esfuerzo de abrir los ojos e intentar responderme.
- Si, si me acuerdo, ¿cómo no me voy a acordar de ti Kat? –Me respondió con un hilo de voz mientras que me miraba con una sonrisa en la cara.- Lo que... De lo que no estoy segura... No... No sé lo que me ha pasado. –Dijo tartamudeando mientras que cerraba los ojos.
- Perrie, abre los ojos, no los cierres. –Dijo Liam dándole un pequeño beso en la mano.
- Tío, tú lo que quieres es matarla... –Dijo Harry en tono gracioso mientras se rascaba la cabeza y ponía una mueca rara. Ella rápidamente abrió los ojos, pero ya no me miró a mí, sino a su alrededor, para ver de donde provenían las voces.
- Ah, vale, genial. Katia. Dime que me he quedado dormida y que esto es un sueño. –Me dijo Perrie mientras su mirada se dirigía rápidamente de Liam a su mano, cogida por este.
- Emm... Si Perrie, es un sueño. –Le respondí en tono gracioso, girándole la cabeza para que solo me mirara a mí.
- Chicos, vayámonos, será lo mejor... –Dijo Louis en un susurro, a lo que todos asintieron y se fueron yendo. Diana bajó sus piernas suavemente.

Perrie y yo estuvimos hablando largo tiempo, la mitad de ese, la estuve tranquilizando, he intentado responder sus dudas. Contándole todo lo que había pasado durante su ausencia, ella me miraba atónita durante todo el rato, hasta que fue encajando los cabos sueltos, porque ella sabía que mi hermano se llamaba Zayn, pero no nos relacionaba... Le conté todo, menos que estaba saliendo con Niall y Diana y Kelly con mi hermano y Louis, respectivamente. Le pedí por favor que no contara nada, ya que ya habíamos tenido suficientes problemas y que al contárselo estaba poniendo en juego todo. Perrie era una de mis muy buenas amigas, pero al irse de la noche a la mañana, perdí el contacto con ella totalmente. Me contó que había estado en Carolina del Norte, porque a su padre le trasladaron ahí por trabajo y que realmente nos extrañaba demasiado, por lo que decidió volverse cuanto antes a Londres junto con su madre y su hermana gemela. Había llegado hace un par de días y todavía estaban instalándose en su casa. Su hermano mayor era jefe de la tienda de pizzas a la que siempre íbamos y justo ese día les llamó a ella y a Eleanor, su hermana, para que le ayudara con los pedidos, ya que muchos trabajadores no pudieron ir porque cayeron enfermos. Como éste era su último encargo, la invité a cenar con nosotros. Perrie estuvo toda la cena flipando, los chicos le estuvieron contando un montón de anécdotas de las que era inevitable reírse y nosotras les contamos todas las trastadas que hacíamos en el colegio, cuando éramos pequeñas. La cena fue muy agradable y nos lo pasamos genial, recordando aquellos momentos.

- Bueno chicos, me tengo que ir, ya es muy tarde y mi madre estará que trina. –Dijo Perrie en tono de despedida.
- ¡Jo! Con lo bien que nos lo estábamos pasando... –Dijo Liam haciendo puchero.
- Es verdad, pero me tengo que ir... –Le respondió Perrie con tono triste, imitándole, mientras se acercaba a él para despedirse.
- Entonces nos vemos en el insti, ¿no Pers? –Le pregunté mientras le daba una fortísimo abrazo en señal de despedida.
- Si nos vemos en el insti, ¡creo que nos ha tocado en vuestra clase! –Me respondió alegre, como era ella siempre. Se fue despidiendo de todos y la acompañe a la puerta. Por su expresión, estaba contenta.
- Venga Pers, ya nos vemos, cuídate y no digas nada, eh... ¡Te quiero! –Le dije ya apoyada en la puerta viendo desvanecerse su figura tras la niebla espesa.
- Tranquila Kat, no diré nada de nada, nos vemos. ¡Yo más! –Me respondió gritando. Ya no la podía ver, así que cerré la puerta y me metí en casa lo más rápido, ya que hacia un frío que pelaba.
- Yo no sé vosotros señoritos, pero yo me voy a sobar, tengo mucho sueño. –Dijo Kelly mientras bostezaba.
- Y yo creo que nosotras también nos vamos, ¿no? –Me preguntó Diana mientras me cogía de la mano y nos dirigíamos a las escaleras.
- Si, yo estoy muerta. Será mejor que nos vayamos todos a dormir, ya que según vosotros, mañana es nuestra sorpresa. –Les dije a los chicos sacándoles la lengua desde la escalera.
- Vamos todos a dormir, mañana será un gran día. –Dijo  Louis mientras les hacía unas señas a los chicos para que subieran junto con nosotras.

Ya todos arriba, nos repartimos en las habitaciones, de forma que las chicas dormirían conmigo, Zayn en la habitación de nuestros padres, Niall en la habitación de mi hermano, Liam y Harry en una habitación de invitados y Louis en la otra, ya que decidieron dejarle solo, para que descansara mejor por lo de la nariz.

- Vosotras que queréis, ¿pijama calentito, o una camiseta grande y ya está? –Les pregunté a las chicas, para que estuvieran cómodas, mientras yo me ponía una camiseta ancha y holgada dejando debajo de esta, tan solo la ropa interior. En casa no hacía frío, ya que estaba puesta la calefacción a tope.
- Pues... Yo quiero una camiseta. –Dijo Kelly buscando en mi armario.
- Y yo. –Dijo Diana imitándola. Se cambiaron y quedaron igual que yo. Realmente creo que las tres estábamos muy cansadas.
- Bueno, ¡pues a dormir se ha dicho! –Dije mientras me estiraba para apagar la luz y me hacía un huequito en la cama. Si, las tres acurrucadas, entrabamos de maravilla.
- Hasta mañana... –Me dijeron las dos al unísono entre bostezos.
- Hasta mañana, os quiero. –Les respondí ya con la voz apagada del cansancio que tenía.

Pasaron unos minutos y yo ya estaba en esa situación de trance en el que te encuentras entre el sueño más profundo en los brazos de Morfeo y que todavía eres consciente de que estas medio despierta, cuando alguien entró en la habitación. No sabía de quién se trataba, ya que al entrar no encendió la luz. Se subió a la cama, y no sé qué pasó, pero de un movimiento ágil, cogió a Kelly que se encontraba a mi lado y se la llevó.

- Louis... No me gusta que me rapten en la mitad de la noche... –Escuché la voz de Kelly en la oscuridad.
- ¿Para que dormir apretujada, pudiendo estar conmigo en una cama los dos solitos y cómodos? –Respondió lo que debería de ser la voz de Louis con tono gracioso mientras que salía de mi habitación.
- Diana, no me dejes, tengo miedo. –Le dije en un susurro casi ininteligible.
- No te preocupes, yo también. –Me respondió en el mismo tono. Pero fue por gusto. Alguien se volvió a subir a mi cama, llevándose a Diana de mi lado, dejándome sola, en mí ya espaciosa cama.
- Zayn... No te lleves a Didy, ¡que me quedo sola! –Le reproché a mi hermano, con tono enfadado.
- Dudo que te quedes sola... Diana se viene conmigo, porque me quiere más a mí que a ti. –Me respondió como si fuera un niño pequeño.
- ¡Zayn! ¡¡No digas eso!! Que malo que eres... –Le regañó Diana entre risas.

Vale. ¡Genial! Ya dormiría sola toda la noche... Pero bueno, no pasaba nada, estaba cansada y caería rendida en cero coma. Resoplé y cerré los ojos, cuando de repente sentí como un peso muerto, caía a mi lado.

- Hola princesita, ¿pensabas dormir sola? –Me preguntó esa voz, esa voz que reconocería en cualquier sitio, en cualquiera...
- Amm, pues no sé... Dime tu rubio. –Le dije mientras le hacía un espacio para que se metiera conmigo debajo del edredón.- ¡Estas frío! Pero... ¿Sabes? Ahora nadie te puede detener. –Le dije mientras me ponía encima de él.
- Cierto, llevas toda la razón. –Me respondió mientras me enganchaba por el cuello y me acercaba a sus perfectos labios.

El beso empezó a debatirse en una pequeña batalla de lenguas y la cosa empezó a subir de tono. En un pequeño impulso, Niall se puso encima de mí separando por un segundo nuestros labios. Rápidamente, aproveché para quitarle la fina camiseta que me separaba de su definido torso, para después continuar con el beso. Esto ya estaba llegando al límite. Me puse yo encima de él para deshacerme de mi holgada camiseta, que ya incordiaba en esta situación y por fin quedarme en ropa interior. Mis ojos ya se habían adaptado a la oscuridad, y podía ver la expresión de Niall, que me miraba detenidamente, me tiró en la cama para ponerse él de nuevo encima de mí y besarme esta vez ferozmente. Empezó a darme besos por el moflete, para finalmente desviarse por el camino que me llevaba a la locura, el cuello. Iba dejado leves besos hasta que finalmente se detuvo a hacerme un chupetón en este. Él lo sabía, era mi punto débil y él lo sabía perfectamente.

- No pares. –Le ordené con la voz entrecortada debido a mi fuerte respiración.
- Sabes que no podría. –Me respondió de igual manera.

Siguió plantando leves besos por mi clavícula y fue bajando por mi pecho pasando por mi canalillo hasta llegar a mi vientre. Yo ya no aguantaba más y decidí quitarle los pantalones, mientras tanto, él otra vez volvió a mis labios que ya me escocían. Cuando logré por fin deshacerme de los estúpidos pantalones su mano empezó a deslizarse suavemente por mi costado haciendo que me erizara, hasta llegar a mis pequeñas bragas, donde empezó a jugar con el elástico de estas. Sutilmente me las iba bajando poco a poco, pero de repente, una sensación abrumadora invadió todo mi cuerpo hasta el último pensamiento que se me pasaba por la cabeza y me separé de su cálido beso.

- No puedo. –Le dije con un hilo de voz.
- ¿Qué? –Me preguntó aturdido mientras que movía la cabeza negando.
- Lo siento, no... No puedo cariño, no estoy preparada. –Le dije en un pequeño sollozo mientras cogía mi camiseta y salía disparada de la cama.
- ¡Cielo, no pasa nada,  yo te comprendo! ¡Vuelve por favor...! –Me dijo en tono comprensivo con una pizca de súplica.

Me puse la camiseta corriendo y me metí en el baño. La impotencia que sentía dentro de mí, cada vez iba creciendo más y más y hacía que las lágrimas salieran sin parar. Y cada vez tenía más preguntas incómodas en la cabeza: ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? ¿Por qué siempre la cagaba? Yo amaba a Niall con toda la fuerza de mi corazón pero todavía no estaba preparada para entregarle mi virginidad, no lo estaba para nada y lo peor era que no sabía el por qué. ¿¡Por qué!? ¡¡Por qué!! Y otra vez, ese miedo que les confesé a mis amigas, me empezó a inundar entera. Ya no le vería hasta dentro de un tiempo. ¿Qué pasa, si ve a otra chica, se enamora y me deja? Ese era mi puto temor. Me senté en el suelo y metí la cabeza entre las rodillas, era la única forma en la que podía “relajarme” y dejar de llorar. Sentí que alguien llamaba a la puerta.

- Katia, amor, ¿estás bien? ¿Puedo pasar? –Me preguntó Niall tras la puerta.
- Claro que sí. –Le respondí con la voz apagada. Ni bien se lo dije, ya estaba sentado a mi lado, abrazándome.- Lo siento de verdad, me he comportado como una cría... –Le dije mientras se deslizaba por mi mejilla una lágrima.
- No, Kat, no... Te comprendo. Todos alguna vez en la vida pasamos por esto y si no estás preparada, yo no soy quien para obligarte, más bien, tomate todo el tiempo que quieras, sabes que yo siempre te esperaré. Te amo. –Me dijo cogiéndome del mentón y mirándome fijamente a los ojos. Y fue justo en ese momento, en el que todos mis malditos miedos se desvanecieron y se esfumaron. ¿Había sido tan gilipollas de pensar que me haría eso? Si, lo había sido... Con toda la fuerza que pude, le abracé, como si de esa forma un trocito él se quedara conmigo. Querer a esa persona, se basaba mi corta vida.

- Te quiero. Te quiero más de lo que te puedes imaginar. Gracias por ser como eres. –Le dije al oído todavía aferrada el en el abrazo.

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