jueves, 21 de marzo de 2013

Capítulo 15, “La fotografía”

- ¡Ay, madre...! Diana, sabes de sobra que Kat y yo seremos las damas de honor, ¿no? –Exclamó Kelly emocionada mientras que se lanzaba encima de Diana y la daba un abrazo enorme. Yo seguía en un “mini estado de shock”. Diana, mi hermana, la pequeña del grupo, ya lo había hecho. No es que no me alegrara, es más, estaba contentísima por ella, porque se la había entregado a la persona que en verdad quería y no a cualquier otro.
- Bueno, bueno, tampoco es para tanto... No quiero que me regañéis, ni me digáis que me precipité, porque no me arrepiento para nada, enserio. Ahora sé que de verdad le quiero, y no es porque yo misma me lo imponga. –Nos dijo un poco avergonzada mientras que jugaba con un mechón de pelo, al que no paraba de dar vueltas.
- Si no pensábamos regañarte... ¡Bienvenida a la familia, cariño! –Dije ya, saliendo de mi asombro mientras que la enlazaba entre mis brazos y la estrujaba. -Una cosa, así por encima... ¿Protección? –Le pregunté a Diana mientras me separaba de su abrazo y elevaba una ceja.
- ...Claro. –Dijo levantándose de la cama, haciendo señas para que saliéramos de la habitación.
- ¡Hey, que todavía queda que os cuente yo! –Dijo Kelly quedándose en la cama.
- ¿Te parece si hablamos de eso mientras damos un paseo por Madrid y nos tomamos algo? –Le pregunté sonriente.
- Perfecto. –Me contestó, mientras cogía el abrigo. Al salir, Kelly se quedó mirado intrigada la habitación de al lado, la 669, y, como si se le hubiera perdido algo ahí, fue a extender la mano para abrir la puerta.
- ¡Kelly! Venga porfis, tenemos hambre... Vamos a desayunar. –Dijo Diana exaltada para llamar su atención, esta rápidamente se giró para reunirse otra vez con nosotras.

El caminar por el centro de Madrid, me recordaba a mi infancia, a esos momentos en los que papá, mamá, Zayn y yo, siempre estábamos juntos. Por una parte echaba de menos eso de estar unidos en familia, y por otra, me gustaba tener la libertad que me habían dado hace tan solo unos meses. Para un día en pleno mes de Enero en Madrid, era raro que hiciera un día soleado; podía notar como los rayos de sol acariciaban mi rostro y el viento relajado movía mi pelo. Vi a un niño y a una niña de unos seis años, caminar cogidos de la mano, y fue justo en ese momento cuando tuve un deja vu, que hacía que mis entrañas se removieran y me hicieran sentir incomoda. ¿Qué me había pasado? Esta sensación no la había tenido nunca. Decidimos entrar al Dunkin' Donuts para comprarles donuts a los chicos y desayunar un café.

- Bueno Kelly, ¿qué es lo que nos tenías que contar? –Preguntó Diana mientras nos sentábamos en unos pequeños sillones de colorines.
- Mirad. –Respondió Kelly, sacándose del abrigo la carta que le había entregado la recepcionista. En aquella arrugada hoja solo habían escritas unas simples palabras: “Tu. Yo. Habitación 669... Piénsalo. Te quiero.”
- Y esto significa que... –Dijo Diana como si no supiera de que iba la cosa.
- ¿Qué piensas hacer Kells? –Le pregunté mientras que le daba un sorbo al café, haciendo que el ardor de mi garganta se intensificase.
- Es que no lo sé... –Confesó Kelly, un poco abrumada.
- Sea cual sea tu decisión, tienes que estar segura. Es algo que no se hace por hacer. –Le advirtió Diana.
- Mira Kelly, yo soy la menos apropiada para aconsejarte, ya que en estos momentos la más experta es Diana. –Dije en tono gracioso para rebajar la tensión.- Pero lo único que te puedo decir, es que hagas lo que te dice tu corazón. Ya sé que esa frase está muy usada, pero a mí, me suele servir. –Continué, con tono comprensivo.
- Es que yo quiero, pero hay una cosa dentro de mí que me echa para atrás. –Contestó Kelly después de beber.
- Miedo. Esa cosa es miedo. Eso fue lo que me pasó a mí. –Dije cortando a Kelly mientras que miraba mi café.
- Ya... a ver, lo que he pensado, es ir a la habitación y si surge, perfecto, si no, no pasa nada, dormimos juntitos. –Dijo Kelly como convenciéndose a sí misma.

Nos terminamos los cafés y salimos del establecimiento para seguir con nuestro paseo. Entramos a varias tiendas, que fueron minuciosamente saqueadas por nuestras tarjetas de crédito. No solo compramos cosas para nosotras, sino también para nuestros amigos, a los que no veíamos desde el día de antes de la fiesta. De tanto caminar nos terminaron doliendo los pies, por lo que decidimos volver al hotel. Lo más seguro es que los chicos ya hubieran llegado. Al atravesar la gran calle que por fin nos conducía al gran edificio nos cruzamos con una persona de la que precisé de unos segundos para poder reconocerla.

- ¡Mamá! –Exclamé a la vez que giraba sobre mí, para correr tras de ella.
- ¡¿Katia, dónde vas?! –Gritaron a mis espaldas Kelly y Diana mientras llegaban a la acera.
-¡Mamá! ¡¡Estoy aquí, soy Kat!! –Grité más fuerte, mientras que cogía a la señora por el codo, para que quedara frente a mí.
- ¡Ah, cariño mío! Justo te estaba llamando para que nos pudiéramos ver. –Me dijo mientras sacudía su mano delante de mí para que viera el móvil.
- Ven aquí, tonta. Te he echado de menos. –Le dije mientras que la estrujaba en un gran abrazo.
- Yo también cariño... ¿Cuéntame, que tal el viaje? ¿Y tu hermano, no está contigo? –Me preguntó mientras no paraba de besarme toda la cara.
- Muy bien, todo genial. No sé dónde estará Zayn, supongo que ya habrá llegado al hotel. ¿Te parece si vamos para allí y te cuento todo? –Le respondí tirando de ella en dirección contraria a la que se dirigía.
- Mejor vamos a mi apartamento y te lo enseño. –Me dijo como si no se tratase de una opción.
- Bueno, vale. –Dije no muy convencida.- ¿Se pueden venir las chicas? –Le pedí permiso mientras que sacaba el móvil para enviarles un mensaje.
- Como tú quieras hija. –Me dijo con una sonrisa en la cara.
- Vale. –Le respondí de igual manera. Al desbloquear el móvil, vi que tenía un mensaje.

*Mensaje de Kelly*
Kat, nos vamos al hotel, estamos muertas, después nos vemos. Mándale saludos a tu mamá de parte de Diana y mía. Un beso :3

-¿Entonces...? –Preguntó mi madre, esperando la respuesta de que si venían o no.
- Se han ido al hotel, estaban muy cansadas. Te mandan saludos. –Le respondí mientras guardaba el móvil.
- Gracias. –Contestó mientras empezaba a caminar a su destino, tirando esta vez, ella de mí.

Recorrimos un par de calles, para entrar en un gran y lujoso portal; todo estaba decorado a conciencia. Al subirnos al ascensor, dispuesto al mismo nivel decorativo, vi que le daba al último piso. Si esto era así de “repipi”, no quería ver el piso. Pero me confundí. La casa estaba totalmente desorganizada, con todo por medio.

- Lo siento hija, todavía nos estamos instalando. –Me dijo con tono despreocupado.
- No es nada. –Le respondí entre risillas. Cerré la puerta como pude y me encaminé al interior de la casa, con tal mala suerte que tropecé con una caja de cartón y tiré al suelo todo su contenido.
- ¡Auch! Duele, duele, duele... –Susurré mientras que me frotaba la rodilla que se había estampado contra el suelo.
- Katia... ¿Estás bien? –Me preguntó mientras me ayudaba a incorporarme.
- Si, mamá. –Le respondí mientras rápidamente empezaba a recoger el estropicio. Cuadernos, libros, mas cuadernos... Todo iba de vuelta a la caja. Me detuve a ver un bonito álbum de fotos que me llamo la atención. En la portada ponía en letra grande y cursiva “Forever Young”. Nunca recordaba haberlo visto antes. Empecé a ojearlo por encima; habían fotos mías y de Diana y Kelly cuando éramos pequeñas, de cuando las conocí por primera vez y en algunas también salía Zayn, de acopladillo, que ya miraba de reojo a Diana, que gracioso. En la última página, había una foto mía, en la que estaba cogida de la mano de un niño castaño con los ojos pardos.
- ¿Quién es mamá? –Le pregunté poniéndole la foto en la cara.
- ¿Eh? ¿Qué? Emm... ¿Por qué lo has abierto sin mi permiso? Son cosas privadas Katia. –Me dijo con tono enfadado mientras me quitaba el álbum de las manos y lo guardaba en la caja.
- Lo siento... Solo sentí la curiosidad de verlo. Esta mañana iba por la calle con Didy y Kells y vi a dos niños pequeños cogidos de la mano y tuve la sensación de haberlo vivido yo antes, y al ver esta foto, me he sorprendido. –Dije intentando explicarme.
- Emm... Es un niño cualquiera, me gustó, hice la foto y la puse en el álbum, nada más. –Me respondió agria.
- Bueno, bueno. Mejor me voy, que las chicas me estarán esperando. –Ya se había enfadado y si me quedaba, solo seria para sentirme incomoda, así que me despedí de ella y me dirigí a la puerta.
- Espera cariño, ¿No te quedas a cenar? –Me preguntó intentando cambiar de expresión.
- No gracias mamá, se me ha quitado el apetito. –Le dije mientras abría la puerta y salía; antes de cerrar, le lancé un beso.
- Te quiero. –Gritó al cerrar la puerta.


“Y yo”, pensé. Salí de aquel edificio y eché a correr, hacia el hotel. A parte del frío que hacía ya que había atardecido, y de que tenía unas ganas terribles de verle porque quería disfrutar de los últimos momentos que estaría con el hasta dentro de muchas semanas; correr me relajaba, hacía que no pensara en nada. Pero esta vez no funcionó. ¿Qué le pasaba a mi madre? Ella no era nunca así de borde y esquiva, y ponerse así por una simple foto... Esa foto es la que me llevaba a esto, a rayarme la cabeza, ¿quién sería ese misterioso niño con el que sentía una extraña conexión? Y lo peor era que no me acordaba de él en absoluto, solo tenía en el interior una sensación de complicidad hacia él, nada más, y eso, me intrigaba. Al entrar al hotel, la recepcionista me saludo con un amble “Buenas noches, señorita Tomlinson”, a lo que le contesté con una sonrisa, seguida de una gran carcajada, que al entrar en el ascensor, hizo que todos me miraran mal. Había decidido que ni mi madre, ni una estúpida foto, ni malas miradas, ni nada, me afectarían. Hoy no habría en mi rostro, ninguna facción de descontento. Al salir del ascensor, me di cuenta de que todo estaba apagado, cosa que me pareció extraña, me acerqué al interruptor, pero fue por gusto, debido a que tras varios intentos, los pasillos no se iluminaban. Con la luz de la pantalla del móvil, llegué de mala manera a la habitación. Todo era muy extraño, la puerta estaba sobre encajada y solo tuve que empujarla levemente para poder entrar.

2 comentarios:

  1. Siguiientee!!! Cuando puedas cariño ^^

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  2. Lo siento por responder después de tanto tiempo cielo... D:
    Paré la novela debido a que no tenia tiempo, pero ahora la estoy actualizando ya que la estoy subiendo a Wattpad: www.wattpad.com/KatiaKat1D y dentro de muy poco, prometo volver a subir mas capítulos :)
    Un besazo Karla ♥

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